Empezamos nuestra guía gourmet con este restaurante francés, que conjuga perfectamente lo informal con el buen gusto. Es un espacio muy bien logrado, rico en madera, tiene pizarrones que hablan de sus propuestas gastronómicas y de su variedad de vinos que se venden por copa. Es un lugar de iluminación cálida y muy poco invasiva, pero siempre respeta la luz necesaria para ver bien lo que uno come y las caras de los acompañantes.

En la terraza el ambiente es poco más “desordenado” por decirlo de alguna manera, esta cualidad lo hace más entretenido, está de verde por doquier y se deja disfrutar a cabalidad.

Aquí el vino es protagonista, llama la atención que, en prácticamente todas las mesas, hay un decantador de uso. Su carta lo demuestra con una excelente selección de cepas nacionales, champagne francés y espumosos. Nos queda claro que Baco hizo muy bien el trabajo, pero no se quedó ahí, la carta de licores también es un aporte que se agradece. La propuesta gastronómica es sencilla, pero de buen resultado, fundamentalmente francés a excepción de un par de platos italianos.

High Lights

• El Champange que se ofrece en copa
• Todos los Bacoteos
• El Confit de Canard
• La Creme Brulee

Ficha Técnica

• Servicio: Diligente, hay anticipación y conocimiento de lo que se ofrece, tanto en el vino, como en la comida.
• Presentación: La de un Bistro, lo que ves es lo que hay.
• Consumo por pareja: 35.000
• Relación precio-calidad: Buena.
• Dirección: Tiene dos entradas, Nueva Lyon 113 o Santa Magdalena 116. Reservas: 231 4444

La recomendación es llegar siempre temprano (siempre con reserva), por que este Bistro se llena y cuando eso pasa los platos tienden a demorarse un poco más de lo que uno quisiera.